20.11.11

Caos I

Orden ama las líneas rectas y la muerte, y sus adoradores -conscientes o no-, temen la base de la pirámide y hacen todo lo posible para llegar a la punta donde esperan fundirse en uno con su Dios, que no es otro que la total aniquilación de la conciencia y la voluntad.

Caos (o Satán), es la fuerza de la vida, la espontaneidad y el deseo, la voluntad y el amor, la iluminación.

Las únicas sociedades que han experimentado lo que yo denominaría el Tao, o con otras palabras, la armonía entre ambos polos, son las sociedades llamadas "primitivas", las bandas y primeras tribus. Y, por supuesto, otras micro-sociedades -en el seno de sociedades más grandes- también han podido desarrollar cierto grado de armonía, pero no así las grandes civilizaciones, ninguna de ellas.

La entropía -tendencia de todo sistema al desorden- podemos observarla en la progresiva desestructuración que sigue siempre al aumento de la fuerza con la que se impone el orden. Si uno avanza, el otro lo supera, y así sucesivamente, pues el Orden es una violación de la vida y la vida es una violación del Orden.

Por tanto, en mi opinión, no hay gente-que-sufre y, por supuesto, hay gente-que-sufre.

El Caos, que se manifiesta a través de la Kia -fuente de la consciencia-, se reparte en las incontables cabezas conscientes que nos rodean: todas aquellas que no han "despertado" sufrirán, pero es de esperar que eventualmente, en alguna vida, despierten.

Al final todos despertamos, de una forma u otra.

3 comentarios:

  1. Hablar seriamente del placer, es una verdadera blablabla...

    - A.M. Buenanno

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  2. Tomarse demasiado enserio a uno mismo, incluso en nombre del chiste, es a veces demasiado serio o chistoso o serio y chistoso al mismo tiempo, mi querido Anónimo.

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