2. Soy como una roca en el espacio, y poco me importa la trayectoria ni el origen de otros cuerpos espaciales. De lejos puedo parecer casi inmóvil, pero si te me acercas, comprobarás que mi velocidad puede hacerte polvo.
Mi intención no es otra que mi voluntad de viajar. No pretendo causar daño, pero cuidado si se te pasa por la mente desviarme con tu poder gravitatorio: en una colisión, los dos cuerpos sufren.
3. Somos hombres atípicos, capaces de irnos a casa contentos de decidir no tener sexo, en lugar de la vida cerda de tener que comerlo todo, follarlo todo y beberlo todo, sin más límite que el que nos ponen los demás.
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