9.1.12

Los Amores Monstruos



Queridos lectores de Pequeños Monstruos Subterráneos,

Os llamo para comunicaros una importante noticia: se produce un hito en la historia del blog.
Sí, queridos amigos. Y no, no me refiero a que voy a publicar una entrada.
Ciertamente, también ello sería un hito en la historia del blog, especialmente en los últimos tiempos.
Pero no, lo que quería contaros es que he abierto un nuevo espacio virtual y, aunque muy probablemente seguiré pasándome por éste, centraré mis esfuerzos en el otro.

Este nuevo blog se denomina Los Amores Monstruos, en homenaje al poema El relámpago, de Arthur Rimbaud.

Y como cuento en la Bienvenida e introducción, con él pretendo compartir mis conclusiones respecto a mis experiencias y vivencias en el terreno de lo inconsciente y de lo oculto, de lo mágico y de lo místico, de lo demoníaco y de lo satánico.

Y para ello acompañaré mis ensayos, ilustraciones, poemas o relatos con biografías, traducciones y fragmentos de obras de otros autores que puedan, de algún modo, aportar información interesante sobre los asuntos que nos ocupan aquí.

Porque:

Las relaciones que estos temas guardan con los diferentes campos de la expresión artística son innumerables ya que es, mediante esta herramienta, como mejor se muestran tales cosas ante nuestros sentidos más básicos, aunque sea al profundizar en ellas cuando comprobemos que existen multitud de "sentidos dormidos", por llamarlos de algún modo, que previamente desconocíamos y que, no obstante, aguardaban pacientes a que los descubriéramos y despertásemos. Estos "sentidos ocultos", en un principio aletargados y atrofiados, están deseando ser activados y puestos en acción y, mediante su uso constante, nos haremos capaces de experimentar la realidad en multitud de variantes que quizá jamás habíamos ni siquiera imaginado.

Así que, bueno, como os he dicho, seguiré escribiendo en Pequeños Monstruos Subterráneos. Especialmente, aquí seguiré descargando toda mi rabia contra ese hipócrita y nauseabundo mundo de la superficie, en el cual me veo obligado a participar demasiadas veces para mi gusto, arrastrándome desde mi simpática cueva del Mal y lo Disoluto.

No, amigos, el mundo de ahí fuera no mola. Es el mundo interior, el que os aguarda impaciente a que lo descubráis, es ese a quien debéis prestar atención.

Sed siempre bienvenidos tanto aquí como en Los Amores Monstruos.

Khuai i'Eszmaill

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