15.4.11

En pedazos pero entero

Escribo mi vida a dos manos. Con rima o sin ella, a menudo hay poesía. Hay fuego. Me quemo. Entonces la emborrono. La mancha pasa de los ojos a la ropa; camiseta, expectativas, pantalones, esperanzas, zapatos, sueños, todo queda irreconocible. Todo menos yo. No importa la ciudad sino los abrazos y los besos. Sólo dejo de sentirme extranjero entre brazos sinceros. Siempre hacia adelante, aunque no exista delante. Si muriera y me enterrasen, aviso a quien lo haga que se guarde de poner clavos en mi ataúd. No quiero obstáculos si cualquier noche me da por levantarme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario