La Verdadera Voluntad podría entenderse imaginando que navegamos en un bote por la inmensidad del océano en completa oscuridad -muchos de nosotros la mayor parte de nuestras vidas-, hasta que damos con el faro hacia el que nos sentimos atraídos irremediablemente.
La Verdadera Voluntad es ese faro en la oscuridad, esa "intuición perfecta" que nos indica el camino, nuestro camino.
Vivimos en una sociedad que, con su incesante ruido -que sólo trae más ruido-, nos induce a la confusión de creer que todos los pensamientos que nos sobrevienen a millares poseen la misma importancia y que nos hace identificarnos con ellos. Como un transistor roto que no emite más que interferencias, así funciona la mente del hombre y la mujer en la modernidad.
Silenciar la mente -"reprimir" los pensamientos-, consiste en apartar las nubes para poder ver el sol, para encontrarnos a nosotros mismos.
Reflexión y comentario al texto El juego del cambio de paradigmas de Miguel Algol para el Baile del Espíritu
¿Entonces el faro es la verdadera voluntad? ¿o es nuestra voluntad la que nos mueve hacia el faro?
ResponderEliminar¿Entonces qué es aquello que nos mueve hacia allí?
¡Voluntad espontánea!
Pense que és cert el que dius. Intentar atendre la infinitat de pensaments banals que ens creuen la ment, és un mal hàbit que hem adquirit pel temps.
ResponderEliminarDesestimar la palla, i apreciar el gra, en la ment, és molt important. A diferència del sentit literal de l'expressió, en aquest cas, la palla manca d'utilitat. I és un procés que hem d'aprendre a realitzar. Però cal un esforç. Desacostumar-se sempre requereix un esforç superior al d'acostumar-se.
Bufón Satánico, ¿por qué divides el proceso descrito en sus partes para entenderlo? La Verdadera Voluntad es el bote, y somos nosotros, y es el mar, y es la oscuridad, y es ese faro.
ResponderEliminarKosmos:
Antes de hacerse uno capaz de silenciar la mente por completo resulta harto complicado incluso diferenciar entre "paja" y "grano".
A menudo hay, de hecho, demasiada paja y ningún grano.
Per descomptat. Abans, u ha de formular-se determinades qüestions, que esdevindran en valors. Valors que determinaran la diferència entre palla i gra.
ResponderEliminarCom saber si eixes qüestions, i eixos valors són els més adequats per a nosaltres? Òbviament això ho ha de decidir el creador dels mateixos, és a dir, cadascú.
Teniendo en cuenta sólo mi experiencia personal, puedo decirte que esas "preguntas" de las que hablas, a mí más que darme valores me han liberado de ellos.
ResponderEliminarY la utilidad de los valores depende de la situación en la que son aplicados: el cuchillo que corta el pan no es el mismo que unta la mantequilla.
Al capdavall, qualsevol conclusió extreta d'una qüestió, esdevé en un valor. Encara que això implique alliberar-te d'altres. Alliberar-se de valors té com a conseqüència la creació d'uns nous, voluntaris, potser inconscients, que han aflorat.
ResponderEliminarI no, no és el mateix ganivet el que talla el pa, que el que unta la mantega, hehehe.
Mi único apunte a lo que dices consiste en reiterar la mutabilidad de los valores.
ResponderEliminarEstic d'acord amb això, i em faig veu de la mateixa conclusió.
ResponderEliminarNo lo entiendo.
ResponderEliminarNi falta que te hace.
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